Nuestros Tratamientos
En la CLÍNICA DE COLPOSCOPIA LÁSER valoramos detalladamente cada caso para elaborar un plan de tratamiento individualizado de acuerdo con las características de las lesiones y del paciente, esto es esencial para ofrecerles el mejor tratamiento y obtener excelentes resultados. Cada caso es único, por eso no hay un tratamiento estándar. Como todo procedimiento médico su indicación debe ser correcta y si es necesario se puede combinar con otras terapias disponibles.
Desde el 2001 nos especializamos en el tratamiento con rayo láser de las displasias, los condilomas y el molusco contagioso. El láser ha demostrado ser superior a cualquier otra terapia para eliminar estas lesiones.
Ni las lesiones precancerosas ni la infección por el VPH se curan con medicamentos, el tratamiento consiste en cortar o eliminar el tejido afectado, con procedimientos como la vaporización del tejido con rayo láser, la electrocirugía (conización o asa diatérmica) y la criocirugía (congelamiento). Estos tratamientos quirúrgicos conservadores se realizan con anestesia local, no requieren hospitalización, no disminuyen la fertilidad ni afectan la evolución de un futuro embarazo. Los efectos secundarios son poco frecuentes (1% aproximadamente) y son el sangrado, estrechamiento del orificio cervical y una infección secundaria, que dependen en gran medida de la técnica realizada, en nuestra clínica nunca se han presentado los últimos 2 en nuestros pacientes, solo el sangrado en muy raros casos y se resuelve fácilmente acudiendo a consulta. La histerectomía (remoción quirúrgica del útero) no está indicada en el tratamiento de estas lesiones, solo se debe realizar cuando se acompañan de otras enfermedades, como miomatosis.
Después de una sesión de tratamiento la tasa de curación exitosa es de 90-95%, por lo tanto en algunas pacientes volverán a aparecer lesiones y en estos casos es posible que se requiera un segundo tratamiento, aumentando la tasa de curación al 98%. Cuando se detectan lesiones a los 6 meses del tratamiento se le llama persistencia y después de los 6 meses se le llama recurrencia. El riesgo de recurrencia aumenta 2 veces en las mujeres mayores de 30 años, infección por los tipos de VPH 16 y 18 y antecedente de un tratamiento previo de estas lesiones, pero el principal riesgo es el tamaño de la lesión, cuando afecta más de 2 tercios de la superficie del cérvix aumenta 19 veces el riesgo de persistencia.
En las lesiones de bajo grado existen 2 opciones terapéuticas, una es el manejo expectante o seguimiento sin tratamiento y la otra opción es realizar un tratamiento quirúrgico conservador. El manejo expectante consiste en el seguimiento y observación de las lesiones cada 6 meses durante un periodo de 1-2 años. Este manejo se basa en que las lesiones de bajo grado en su mayoría son eliminadas por el sistema inmunológico, por lo que se sugiere realizar cambios en los hábitos personales, como suprimir el uso del tabaco y el alcohol, tener una buena alimentación y realizar ejercicio físico, disminuir el estrés, dormir de 7 a 8 horas diarias y tomar suplementos alimenticios con la finalidad de mejorar el sistema inmunológico y que puedan eliminar las lesiones.
La Norma Oficial Mexicana recomienda realizar un tratamiento quirúrgico conservador en los siguientes casos con lesiones de bajo grado: edad de la paciente mayor de 30 años, duración de 2 años o más del diagnóstico, que la lesión sea ocasionada por un VPH de alto riesgo, si la paciente prefiere el tratamiento a la vigilancia y alta posibilidad de deserción de la paciente durante el seguimiento. También es conveniente realizar un tratamiento cuando el tamaño de la lesión afecta más de 2 tercios de la superficie del cérvix o que se extienda dentro del canal cervical y no se observe por completo en la colposcopía.
Todas las lesiones de alto grado se deben tratar, con algunas excepciones como en las adolescentes, embarazadas y pacientes inmunosuprimidas (como pacientes con SIDA), ya que en las adolescentes es casi inexistente el cáncer invasor y en las embarazadas se recomienda esperar hasta el periodo de posparto porque se ha observado que hay un bajo riesgo de que avance a un cáncer y una elevada probabilidad de regresión. Se deben realizar tratamientos con los que se obtenga una muestra para enviar a su estudio porque en el 1% de los casos se encuentra un cáncer invasor que no se había diagnosticado.
Después de un tratamiento es muy importante continuar con controles por medio del Papanicolaou, la prueba de DNA del VPH, colposcopía o combinaciones de las anteriores, por el riesgo de persistencia o recurrencia de las lesiones.