Consiste en la exploración del área genital con un aparato que amplifica las imágenes, lo que permite visualizar características sutiles del tejido antes y después de la aplicación de tinciones diagnósticas como el ácido acético y el lugol, se realiza la toma de la biopsia dirigida del sitio con la lesión más importante y se pueden llevar a cabo los tratamientos.
Tiene una precisión del 95% (sensibilidad). Su principal indicación es cuando aparece un resultado anormal en el Papanicolaou y las otras indicaciones son: pacientes con prueba positiva del DNA del VPH de alto riesgo, cérvix clínicamente sospechoso, evaluación de lesiones de la vagina, la vulva, el ano y el pene, seguimiento de mujeres con lesiones de bajo grado sin tratamiento y seguimiento después de un tratamiento, no está indicada como prueba de tamizaje.
En el diagnóstico de la citología anormal, el estudio colposcópico confirma la lesión, establece el grado, ubicación y extensión de la lesión, se puede descartar invasión y se selecciona la conducta terapéutica y el tipo de tratamiento. La colposcopia digital realiza el registro gráfico de las lesiones y facilita su seguimiento, lo que permite valorar los cambios de manera objetiva en las visitas subsecuentes. Por medio de una cámara adicionada al colposcopio se captura la imagen visualizada, la cual es digitalizada en un computador conectado a la cámara y por medio de un software especializado se pueden ampliar y editar estas imágenes, para facilitar la revisión del caso, un mejor acercamiento diagnóstico y además, entregar al paciente o al médico tratante un registro fotográfico en papel e impresión de alta resolución.