Es el método realizado con un equipo que congela el cérvix por medio de un gas, provocando necrosis (muerte) del tejido, que puede extenderse a una profundidad máxima de 5 milímetros, después del procedimiento ocasiona cólicos fuertes y flujo vaginal abundante por un mes aproximadamente, la curación del epitelio tarda 2 meses en promedio, su rango de eficacia es del 70 al 90%. Una desventaja importante es que no se obtiene una muestra de tejido para su análisis, por lo tanto, no está indicada en las lesiones de alto grado.